Después de asistir a la Jornada Mundial de la Juventud 2023, la cual fue celebrada del 1-6 de agosto en Lisboa, Portugal, el grupo de jóvenes latinos de Columbus puede atestiguar que la Iglesia católica está viva.

El grupo pasó una semana participando en las diferentes actividades de la Jornada Mundial de la Juventud. Este evento fue iniciado por el Papa San Juan Pablo II en Roma en 1986, y se lleva a cabo cada dos años, convocando a los jóvenes católicos de todo el mundo.

Los sacerdotes, David Arroyo y Victor Méndez, vicarios parroquiales de las parroquias de Santa Juana de Arco y San Pedro, acompañaron al grupo de jóvenes latinos y asumieron el rol de padres espirituales.

“Portugal fue un momento para renovar mi compromiso con la Iglesia y hacer saber a todos que la Iglesia está viva”, dijo el Padre Méndez.  Asimismo, añadió, “Uno de los momentos memorables fue la ceremonia de clausura y en especial la última misa.  Celebrar la misa con todos los sacerdotes venidos de todas partes del mundo, fue increíble. Además, ver a todos esos jóvenes, su amor por María, sus oraciones, y el poder concelebrar misa en la iglesia”.

Para el Padre Arroyo, la concelebración de las misas fue lo más destacado del viaje. “Todo era como nuevo para mí. Tuve la oportunidad de concelebrar dos misas con muchos sacerdotes a mi alrededor, y para mí, eso me marcó, el haber tenido la oportunidad de celebrar la misa con el Papa en el último día y oír los diferentes idiomas en la celebración eucarística. Para mí, eso fue una gran experiencia, ver a la Iglesia Universal, las diferentes caras de la Iglesia”.

Presidiendo la Jornada Mundial de la Juventud 2023, tuvo lugar los “Días en la Diócesis” del 26-31 de julio. Esto fue para integrar a los jóvenes en las diócesis de Portugal y permitir a los participantes sumergirse y estar familiarizados con la región y la iglesia local. 

Los peregrinos a la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, Portugal.

El grupo de latinos de Columbus consistió de 21 miembros. Lisset Mendoza, directora diocesana del Ministerio Hispano, dijo que el grupo recibió una donación de $9,000.00 para el viaje, gracias a la Fundación Católica.

Además, dijo que más del 50% del costo del viaje fue financiado por eventos locales y donaciones de feligreses, así el grupo no tuvo que pagar el costo total del viaje.

El grupo latino estuvo conformado por miembros de las parroquias: Santa Cecilia, Cristo Rey, Santa Cruz, San Pedro, San Esteban y Santo Tomás. 

“Dentro de nuestro grupo había mucha diversidad ya que estábamos representando a los Estados Unidos, de donde somos, pero también representábamos a nuestros orígenes. Todos venimos de diferentes países latinos y por ello teníamos las diferentes banderas” dijo Alma Vera, quien fue la líder del grupo y es la gerente de oficina de la Parroquia Cristo Rey. 

“Había en el grupo gente de Colombia, El Salvador y México. Es muy común que en la Jornada Mundial de la Juventud todos tengan las banderas de sus países. Además, al mismo tiempo, muchos estaban cantando y alabando al Señor en sus propios idiomas…Había esa sensación de unidad, cada uno en su lengua; es tan hermoso ver qué diferente somos, pero a la vez cuán unidos estamos en nuestra fe”.

Angelica De León, otra participante del grupo quien además es la gerente de oficina y directora de la catequesis en la Parroquia Santo Tomás, dijo sobre su experiencia en la Jornada Mundial de la Juventud: “Fue muy hermoso ver a tantos jóvenes enamorados de su fe, estaban tan contentos, tan felices que cantaban y bailaban, sin importar el idioma o de dónde eran. La parte de la misa que más me gustó, fue al momento de decir ‘la paz’, todos lo decían en sus idiomas y eso es algo que nunca voy a olvidar”.

La semana en Lisboa empezó con un encuentro accidentado, lo que llevó a que el celebrante de la misa fuera el obispo Denis Jean-Marie Jachiet, actual obispo de Belfort-Montbéliard en Francia, quien previamente fue obispo auxiliar de Paris. 

El obispo Fernandes espera el comienzo de una misa a la Jornada Mundial de la Juventud con otros sacerdotes y obispos por todo el mundo. La foto cortesía de la Oficina de Ministerio Hispano.

El grupo de latinos se estaba preparando para la misa con el Padre Arroyo y el Padre Méndez, en el salón de conferencias del hotel, cuando el obispo Jachiet entró. 

“De alguna forma, se enteró que íbamos a tener misa, por lo cual habíamos reservado el salón dos horas antes, entró y celebró la misa para nosotros, aunque él tenía previsto tenerlo con el grupo de Francia. Resultó que el obispo hablaba español e inglés, lo cual era perfecto para nuestro grupo” dijo Vera. “El obispo sabía que tenía una misa programada, pero se confundió con el hotel y por eso terminó celebrando misa para nosotros…eso fue un hermoso regalo de nuestro Señor.”

El grupo participó en varios eventos durante la semana. El primero fue la misa de apertura el día 1 de agosto.

La ceremonia de bienvenida con el Papa tuvo lugar el 3 de agosto, al día siguiente el Papa lideró el Vía Crucis.

También hubo una reunión de las delegaciones de los Estados Unidos. De León dijo que todos los peregrinos se congregaron en un parque.

“Nuestro obispo estaba allí- el Obispo Fernandes- vino hacia nosotros para saludarnos. También estaban los seminaristas de la Diócesis de Columbus- y muchísima gente”.

“Ver la diversidad de la Iglesia en los Estados Unidos…ahora es bilingüe. Incluso las presentaciones y la música de los eventos eran bilingües, nosotros decíamos que eso representa perfectamente a nuestro grupo”.

El grupo de jóvenes latinos de Columbus con el Padre Méndez a la Jornada Mundial de la Juventud.

La vigilia de oración tuvo lugar el sábado, allí todos los peregrinos se congregaron y acamparon para pasar la noche, a la espera de la misión que el papa Francisco les iba a encomendar en la mañana siguiente, al concluir la Jornada Mundial de la Juventud.

Vera dijo que la mayoría de los eventos durante la semana fueron centrados en la ciudad. “La mayor parte la gente se dispersaba por diferentes iglesias, parques o áreas grandes”.

“El sábado por la noche, el Papa llegó y pasó tiempo con los peregrinos, liderando la Adoración y escuchando las interpretaciones musicales, luego la gente acampó hasta la mañana siguiente para la misa de clausura”.

El obispo Fernandes describe su participación en la Jornada Mundial de la Juventud como “fenomenal”. “Fue grandioso ver a más de 1.5 millón de jóvenes en Lisboa. Eso me da gran esperanza en el futuro. Pasé un día con los seminaristas en Fátima, lo cual fue muy conmovedor para mí. Dos momentos de la Adoración Eucarística fueron también muy poderosos. 

Uno de ellos fue con el grupo de americanos en el parque, con los obispos y fieles de nuestro país, adorando al Señor. La Adoración estuvo liderada por el obispo Robert Barrón, de la Diócesis de Winona-Rochester, Minnesota, y por el obispo Edward Burns de la Diócesis de Dallas. Ese fue el momento cuando pude, al menos brevemente, estar con los peregrinos de Columbus.

El otro momento fue durante la vigilia con el Papa, el silencio era impresionante, y el Papa nos recordó que nada en la vida es gratis, excepto ¡el amor de Jesús!”

Meliza Saucedo (izquierda) con otra miembro del grupo de jóvenes latinos de Columbus.

Meliza Saucedo, otro miembro del grupo latino, dijo que la vigilia fue memorable para ella. “Fue una experiencia reveladora, el hecho de compartir el espacio para descansar con jóvenes de otros países, con los sacerdotes, las religiosas…luego al abrir mis ojos me dije, ‘oh wow, la gente ya está bailando’ fue maravilloso ver esa clase de energía”.

Saucedo dice que la experiencia fue una aventura que le permitió tomar riesgos, colocándola en nuevas y, a veces, situaciones incómodas, como dormir bajo el puente durante la vigilia.

“Todos estos riesgos le dan valor a la experiencia, por ello, he regresado más convencida, y tengo más claro cuál es el plan individual que Dios tiene para mí”. 

El lema de la Jornada Mundial de la Juventud 2023 fue “María se levantó y partió sin demora” (Lc. 1, 39), el cual fue elegido por el Papa Francisco debido a la frase, la cual se refiere a la Visitación y presenta a nuestra Madre Santísima como mujer de caridad y como misionera.

El grupo con el obispo Denis Jean-Marie Jachiet, actual obispo de Belfort-Montbéliard en Francia, quien previamente fue obispo auxiliar de Paris, en el salón de conferencias del hotel. La foto cortesía de la Oficina de Ministerio Hispano.

El Papa enfatizó que los jóvenes necesitan ser misioneros, activos en la evangelización y ser testigos de “la presencia de Cristo vivo”. 

El grupo latino de Columbus en la Jornada Mundial prestó gran atención al consejo del Santo Padre.

“Debemos ser misioneros; no es algo para nosotros, sino que debemos compartirlo”, dijo De León, “Quiero que sea mi misión de vida, compartir la alegría con otros, compartir el amor de Cristo con otros”.

Myra Huddleston, quien sirve en el equipo misionero de la Misión Católica Damasco en el condado de Knox y fue una de las lideres del grupo, está de acuerdo con el sentir del Papa.

“Algo que Dios puso en mi corazón, es que, estas personas que fueron, no se pueden quedar allí nomás. El Señor puso en mi corazón la necesidad de enviarnos a servirle, de realmente regresar y darnos a las parroquias y comunidades”.

Los miembros del grupo Latino de la diócesis y el Padre Méndez disfrutan su tiempo a la Jornada Mundial de la Juventud en Portugal. La foto cortesía de la Oficina de Ministerio Hispano.

Huddleston, quien participó en las tres previas jornadas mundiales, también disfrutó las palabras del Papa Francisco sobre el amor que Cristo tiene por cada persona.

“El Papa, en su discurso durante la ceremonia de acogida, la cual fue en español, dijo: ‘único es el latido de Dios por ti. Tú fuiste llamado porque Él te ama’.  Me ama como soy, no como quisiera ser, porque todos deseamos ser grandes. Todos deseamos ser santos. Todos deseamos ser virtuosos…pero aquí su llamado es único para mí, eso fue lo que realmente me impactó más”.

El grupo dijo que el Papa Francisco también instó a los jóvenes a “no tener miedo”. Las palabras del Papa fueron particularmente reconfortantes para Saucedo.

“Después de eso, y partir de ahora que estoy de regreso en Ohio, no voy a tener miedo, voy a continuar tomando riesgos tanto en lo referente a la fe como en la parte profesional” dijo.

El grupo latino de la Jornada Mundial de la Juventud también incrementó el amor por nuestra Madre Santísima durante el tiempo en Lisboa.

Vera dijo que una de las grandes enseñanzas fue cómo se siente “llamada a continuar honrando a nuestra Señora y continuar creciendo en mi amor y devoción hacia ella. Durante toda la semana hubo un constante recordatorio de nuestra dependencia por nuestra Madre Santísima y cómo ella nos cuida tan bien. Una de los gozos de ser un líder del grupo… era sentir lo tan evidente que nuestro grupo estaba unido y cómo la relación entre cada uno de nosotros fue creciendo y juntos desarrollamos estas amistades”.

El Padre Arroyo saludó una bandera a la Jornada Mundial de la Juventud. La foto cortesía de la Oficina de Ministerio Hispano.

El Padre Arroyo fue testigo también de que La Jornada Mundial unió más al grupo:

“De parte de nuestro grupo, vi un movimiento. Al principio, el grupo era muy tímido, muy quieto, pero en los últimos días, todo el grupo, nos vimos diferentes, como una familia”.

“Creo que, para mí, este es el fruto de este peregrinaje, esta Jornada Mundial de la Juventus. Este grupo ahora, cada uno nos vemos de forma diferente”.